INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE ESPECIALIZACIÓN
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
OAXACA, OAX.
El Pragmatismo como teoría del aprendizaje
Por: José Luis Herrera Peralta
EXPERIENCIA, PENSAMIENTO Y ACCIÓN
¿Por qué se dice que el tema de la experiencia es recuperado como uno de los
principales ejes en el Pragmatismo de Peirce?1 Antes de esta corriente filosófica
estadounidense, imperaba la filosofía empirista Británica, la idealista alemana y la
racionalista de la parte continental europea. Hay un debate en el siglo XVIII que
desplaza a la experiencia y cobra relevancia el análisis de la conciencia. Por un lado
el Pragmatismo recupera el aspecto psicológico de la experiencia y de manera muy
particular el Pragmatismo de Peirce coloca a la experiencia bajo un tratamiento
lógico.
La experiencia adquiere con el Pragmatismo nuevamente gran relevancia. Se
acepta que cualquier sujeto que no experimente el mundo no tiene mundo. En su
carácter lógico y no psicológico, la experiencia es el medio por el cual es posible
pensar, es la base para la acción; no hay acción que no contenga un pensamiento. A
esta corriente filosófica le interesa el estudio del aprendizaje en tanto el aprendizaje
tenga como resultado una conducta y una acción. La experiencia significa que el
sujeto responda activamente al medio ambiente que le rodea, un medio ambiente
cultural que significa costumbre; el sujeto es radicalmente activo que no se adapta a
este medio si no que reacciona e interactúa. La experiencia es social, es de una
colectividad; recupera las sensaciones como condición para significar, pensar y
actuar, en consecuencia, las sensaciones son un elemento práctico, concreto y
temporal.
1 Sandoval, Edgar, Experiencia y hábito: el fluir del tiempo en la percepción en Hermenéutica y
semiótica. Actas de las Cuartas Jornadas Internacionales Peirceanas. Sandoval, Edgar, et. al.
(editores) Colección del seminario Ch.S. Peirce. UACM y CEIS, México, 2011. pp. 23 y 24.
EL APRENDIZAJE DE LA NORMA MORAL
El Pragmatismo del siglo XX plantea un aprendizaje moral que nos da mundo, un
mundo que también es moral y que a la vez nos da sociedad. Este aprendizaje
asigna al hombre de un proyecto o un fin. La sociedad resulta del mundo moral, la
sociedad es la institución moral por excelencia; la normal moral es lo que le permite
al hombre interactuar y relacionarse. Donde hay sociedad hay relaciones y no
individuos.
John Dewey aborda en su trabajo filosófico la cuestión de la “moral” en su más
amplio sentido y plantea la tesis de fundar la moralidad en una ciencia de la
naturaleza humana. En el medio cotidiano el término moral se asocia a un conjunto
de valores, de actitudes y de normas preestablecidas. Dewey plantea una moral
desde un punto de vista psicológico de la estructura y funcionamiento de la
naturaleza humana:
“Como la moral se ocupa de la conducta, nace de hechos empíricos específicos (...)
la moral, empero, es el más humano de todos los temas de estudio (...).
La ciencia moral (...) es el conocimiento físico, biológico e histórico puesto en un
contexto humano en el que iluminará y guiará las actividades del hombre”.2
¿Qué es aprender moralmente? Cuando se aprende, el aprendizaje se observa en la
conducta, por lógica, si no hay conducta no hubo aprendizaje y es importante señalar
que de acuerdo a Dewey este aprendizaje es moral y le permite al hombre
interactuar de manera inteligente. Al aprender se le otorga sentido a la conducta; dar
sentido a la conducta es construir significado para una actividad presente y no para
una persecución lejana de ideales de perfección; la actividad presente está cargada
también de significación moral donde el hombre se juega el sentido que sus acciones
puedan tener, donde el hombre se forma de acuerdo con aquello que naturalmente
es, donde construye el hombre los hábitos esenciales que conforman su carácter, es
decir, donde se educa.
2 Dewey, John: Naturaleza humana y conducta, FCE, México, 1964. pp 268-269
MEDIO AMBIENTE Y APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN EL PRAGMATISMO
En el Pragmatismo de John Dewey el análisis del aprendizaje ocupa un lugar
preponderante. Plantea que el aprendizaje es posible siempre y cuando exista en el
hombre una necesidad para cambiar. El aprendizaje es eso que nos motiva para
actuar reflexivamente, no tiene que ver con la experiencia, tiene que ver con el
hábito. Donde hay un hábito hay carácter. El carácter es una anticipación de lo que
va a suceder, es una manera específica de reaccionar, es creado por la voluntad.
Según reacciona el hombre así es su carácter.
El Pragmatismo prioriza el aprendizaje a partir de los hábitos y señala que cualquier
aprendizaje tiene que ver en consecuencia con el carácter. El hombre se tiene que
constituir a sí mismo el carácter para poder realizar una acción. El aprendizaje
significativo tiene que ser consecuente y constitutivo con nuestra forma de ser y de
actuar, útil para la vida. La educación posee una naturaleza integradora e incluyente,
de esta forma se convierte en un proceso sumamente imprescindible para conducir a
la sociedad a cada vez mejores niveles de bienestar. Sin la educación se pierde la
oportunidad de acceder a herramientas que permitan al hombre el disfrute de sus
libertades, la defensa de sus derechos y claro está el cumplimiento de sus
obligaciones.
La educación es obligación moral. No hay sociedad que no esté fundada o
fomentada por una moralidad. La sociedad está constituida no por individuos sino por
reglas de naturaleza moral. Estas reglas morales permiten a los hombres actuar y
relacionarse
Nosotros no educamos directamente sino indirectamente por medio del
ambiente y cuando se habla del medio se refiere al medio ambiente cultural que a la
vez significa costumbre o institución.
LA ACCIÓN COMO SIGNIFICACIÓN
La Psicología centra el aprendizaje en el sujeto y a pesar de que John Dewey enfocó
su trabajo centrándolo en la psicología, él logró crear una psicología social. Al
Pragmatismo le interesa el aprendizaje en tanto es aprendizaje moral y en su estudio
incorpora la psicología y considera además el papel que juega el medio ambiente en
los aprendizajes. Dado que al aprender se observa en la conducta, el análisis de la conducta como aprendizaje sigue un criterio psicológico.
Recordemos que el Pragmatismo logra unir acción y pensamiento. La teoría antes
del Pragmatismo separaba la acción del pensamiento; sin embargo, se asume que
no hay acción que no contenga pensamiento. En este hecho la acción sigue un
criterio lógico. El Pragmatismo considera a la lógica porque considera a las
categorías como aquello que permite el aprendizaje. Al romperse el dualismo acción-
pensamiento el Pragmatismo sostiene que la acción y pensamiento son
inseparables, son consustanciales.
Detrás de la acción no hay nada, no hay pasado. Podemos decir que la acción está
empujada por la propia acción, de ahí que el aprendizaje sea la visualización de un
futuro que tiene significación. La significación es el cumplimiento del pensamiento, es
decir, el pensamiento se cumple ahí donde hay significación. El Pragmatismo ha sido
considerado más como una teoría de la acción que como una teoría sobre la moral,
en el sentido de la significación.
“Lo que orienta e impulsa las acciones no son los instintos o las emociones, sino un ideal.
Por esta razón podemos fundar comunidad y sociedad”3
La acción entonces anticipa el futuro. El hombre a través del aprendizaje (su acción)
está fincando su futuro. No hay acción individual sino social. La acción es direccional,
finca un futuro previsible. El futuro está formulado en términos lógicos; esto significa
que la acción es proposicional. La acción controla el futuro, la incertidumbre o lo
azaroso y lo controla a partir de la proposición.
3 Sandoval, Edgar y Alejandra Ferreiro, “Semiótica y pragmatismo: su potencial educativo y de
investigación”, en Sandoval, Edgar (Coordinador), Signos: el movimiento de las categorías en Charles
Sanders Peirce, Panamá, Editorial Universitaria (EUPAN), 2012. pp. 165 y 166.
EL HÁBITO
Bajo el enfoque del pragmatismo, el aprendizaje no tiene que ver con la experiencia,
tiene que ver con el hábito. Un hábito no es una repetición de los actos, es una
cuestión volitiva: Dewey apunta: “Todos los hábitos son exigencias de ciertas clases
de actividad y constituyen la personalidad; en cualquier sentido inteligible de la
palabra voluntad, son la voluntad; forman nuestros deseos efectivos y nos
proporcionan las capacidades activas; rigen nuestros pensamientos, determinando
cuáles deben surgir y fortalecerse y cuáles han de pasar de la luz a la oscuridad”4.
En consecuencia donde hay un hábito hay un carácter.
El hábito se tiene por aprendizaje, pero el hábito no crea aprendizaje. Primero está el
aprendizaje y después aparece el hábito y la conducta. Aprendemos sólo cuando el
hábito se rompe o se ve perturbado. El hábito no es de uno, el hábito es de la
comunidad, del grupo donde estamos integrados. El aprendizaje es la relación con el
hábito como resultado de la vida comunitaria y de la comunicación, luego entonces,
el individuo es parte del hábito y no al revés. De acuerdo con la lógica de Charles
Sanders Peirce, el hábito se puede perturbar por las afecciones y sensaciones, así el
sujeto aprende nunca frente al objeto sino frente a la sensación que está en lugar del
objeto.
Un hábito en la mente te permite responder a lo que hay en el medio ambiente, a esa
respuesta le llamamos acción o conducta. Debido a que hay hábitos y reglas que nos
dicen como actuar con el mundo decimos que la mente está en el tiempo futuro.
4 Dewey, John, Naturaleza humana y conducta. Introducción a la psicología social, FCE, México,
1964. p. 34
BIBLIOGRAFÍA
Dewey, John. Naturaleza humana y conducta. Introducción a la psicología social,
FCE, México, 1964.
Dewey, John. “Experiencia y pensamiento” en Educación y democracia, en línea.
Pineda, Diego Antonio, “Moral y Educación”, algunas reflexiones a partir del
pensamiento de John Dewey, en línea.
Sandoval, Edgar y Alejandra Ferreiro, “Semiótica y pragmatismo: su potencial
educativo y de investigación”, en Sandoval, Edgar (Coordinador), Signos: el
movimiento de las categorías en Charles Sanders Peirce, Panamá, Editorial
Universitaria (EUPAN), 2012.
Sandoval, Edgar, “Experiencia y hábito: el fluir del tiempo en la percepción” en
Hermnéutica y semiótica. Actas de las Cuartas Jornadas Internacionales Peirceanas.
Sandoval, Edgar, et. al. (editores) Colección del seminario Ch.S. Peirce. UACM y
CEIS, México, 2011.